martes, 6 de septiembre de 2011

Pastoral: ¿Sientes mucha Soledad?

La soledad según el diccionario es aislamiento, confinamiento o falta de contacto con otras personas; pero qué pasa cuando ese sentimiento se produce aún rodeado de gente, peor aún cuando atravesamos situaciones difíciles o problemas aparentemente insalvables, normalmente se produce en nosotros mucho dolor y un sentimiento de soledad; pero alto; la ventaja que tenemos al creer en Cristo es que su Palabra está llena de promesas de bendición, de victoria, de prosperidad, que nos ratifican la voluntad del Padre de caminar junto a nosotros y de que existen otras personas que se interesan por nuestro bienestar también; por lo que si te sientes solo recuerda que en Josué 1,9 se nos dice “No temas ni te acobardes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas”.

Saludos y bendiciones

José Luis
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¿Sientes mucha soledad?

2 Timoteo 4:9-18
“Procura venir pronto a verme, porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio. A Tíquico lo envié a Efeso. Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos. Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras. En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.”


La soledad es carencia de compañía, es un sentimiento de pesar y melancolía por la ausencia o separación de alguna persona o un grupo de personas. Hay ciertas situaciones en nuestras vidas en las que la soledad nos afecta profundamente en el aspecto emocional y puede llevarnos a un estado depresivo. El ser humano siempre ha tenido la necesidad de compañía. En Génesis 2:18, después de crear a Adán, Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” Muchos piensan en la necesidad sexual del hombre como la razón que tuvo Dios para crear a la mujer, pero lo cierto es que Dios siempre ha considerado de gran importancia el que sus hijos vivan en comunión unos con otros, acompañándose mutuamente, ayudándose y soportándose unos a otros. La mujer trajo al hombre la compañía física y el apoyo emocional que tanto necesitaba. El aspecto espiritual era llenado por la presencia de Dios en el Edén.

En el pasaje de hoy, el apóstol Pablo comparte con su hijo espiritual Timoteo sus sentimientos de soledad, en medio de una situación en la que se siente abandonado por sus amigos. Le dice: “En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon.” Ciertamente desde el punto de vista físico y emocional, Pablo debió haberse sentido muy solo en la difícil situación en que se encontraba, confinado en un calabozo y esperando la muerte en cualquier momento, según dice el versículo 6 de este capítulo. En medio de todo esto, Pablo le pide a Timoteo que trate de venir a verlo pronto, pues necesitaba el aliento y la compañía de su fiel amigo, necesitaba llenar el aspecto físico y emocional de su vida. En lo espiritual, Pablo había crecido lo suficiente como para sentirse lleno de la presencia de Dios. Por eso pudo decir: “el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas.”

La soledad brinda una magnífica oportunidad para entrar en una íntima comunión con Dios, y en silencio escuchar su voz. Si te encuentras en una situación de soledad que te está afectando, no te desesperes. Busca el rostro del Señor en oración, escudriña su palabra y medita en sus promesas. La Biblia dice en Deuteronomio 31:6: “Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” Puedes tener la completa seguridad de que Dios nunca te desamparará ni te dejará. Guarda su Palabra en tu corazón y constantemente declara estas promesas que son para ti. Dios es fiel y no te fallará nunca.

Hay muchas personas, generalmente de avanzada edad, que se sienten solas en este mundo y necesitan compañía. Encuentra a alguien a quien puedas acompañar y servir. Aunque pienses que eres tú quien necesita ayuda, derrama tu corazón sobre esa persona en el nombre del Señor. No hay mayor bendición que traer consuelo y paz a quien se encuentra en soledad. Una llamada telefónica, o si es posible una visita personal cambiará la vida de esa persona, y la tuya propia. Te maravillarás al sentir que ya no sientes soledad, sino que la paz y el gozo del Señor te inundan haciéndote sentir su presencia junto a ti.

ORACION:
Padre santo, te doy gracias por tu constante compañía. Ayúdame a estar consciente de tu presencia y a gozarme en ella. Y pon en mi corazón el deseo de ayudar y dar aliento a aquellos que se encuentran en soledad. En el nombre de Jesús, Amén.

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