miércoles, 21 de septiembre de 2011

Pastoral: ¿Es tu trabajo un dios para ti?

El tema planteado en el texto de hoy es una problemática que nos atañe a todos en la actualidad, cuantas veces por el trabajo nos perdemos un partido de fútbol con nuestros hijos, una novela cursi con la esposa, tiempo de preciosa charla con los amigos, por citar algunos ejemplos; para pese a ello sostener que no tenemos tiempo y que estamos a full; las sugerencias que se realizan al ponerlas en práctica nos liberan de la presión y nos hace ser más eficientes y efectivos en las tareas que debemos enfrentar.

Saludos y bendiciones

José Luis
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¿Es tu trabajo un dios para ti?

Éxodo 20:1-6
“Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, a los que me aborrecen, Y que hago misericordia en millares a los que me aman, y guardan mis mandamientos.”


La salud y la capacidad para trabajar son preciosos regalos de Dios. Sobre todo en estos tiempos en los que hay tantas personas desempleadas debemos ser agradecidos por tener un trabajo, y debemos también ser responsables al cumplir nuestras obligaciones. Pero, ¿lo estamos llevando demasiado lejos? En el pasado, las personas salían del trabajo e iban a la casa a descansar y a compartir con la familia. Pero ahora llegan a la casa a enviar mensajes electrónicos y a contestar mensajes telefónicos. Y cuando salen de paseo con la familia están "conectados" permanentemente al "celular" o al “BlackBerry" o al "laptop" y no disfrutan del tiempo familiar.

El doctor Arnott, profesor de administración de la Universidad Bautista de Dallas, dice: “No sé si el trabajo está tomando el lugar de la familia y la comunidad, o si la familia y la comunidad están dejándole su lugar al trabajo. Pero sí sé que el movimiento está en marcha. El trabajo de todo el mundo parece ser quienes ellos son. Tendemos a equiparar nuestra identidad con lo que hacemos para ganarnos la vida.” También el presidente del Instituto para las Familias y el Trabajo declaró: “Lo ocupado que estás se ha convertido en el distintivo del valor. . . un símbolo de condición social". Sin embargo, cualquiera que sea nuestra ocupación, debemos mantener el trabajo en la perspectiva correcta. Dios y la familia son más importantes que la dedicación a un trabajo. El trabajo es un don, no un dios.

En el pasaje de hoy, a través de Moisés, Dios le dio los Diez Mandamientos al pueblo de Israel. El primero de ellos dice: “No tendrás dioses ajenos delante de mí.” Este concepto significa que nada debe ocupar el primer lugar en nuestras vidas, el cual corresponde a Dios. Esto incluye nuestros empleos, ocupaciones, entretenimientos y cualquier otra cosa que nos robe el tiempo que debemos dedicar al Señor. En segundo lugar debemos considerar nuestras familias, que son bendiciones que recibimos de Dios y que vienen acompañadas de una gran dosis de responsabilidad. Por medio del trabajo que Dios nos da podemos honrarlo a él, cuidar de nuestras familias y ayudar a los que tienen necesidades. El trabajo no ha de ser nuestra principal fuente de realización, esto debe provenir de Dios.

Es sumamente importante establecer prioridades, de manera que hagamos todo en su debido orden y tiempo, conforme a la voluntad de Dios. Conocedor de la naturaleza humana, Jesús aconsejó a sus discípulos en Mateo 6:33: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Jesús les estaba hablando de las necesidades básicas (alimentos, agua, ropa, etc.). Si ponemos a Dios en primer lugar él se encargará de suplir todas estas necesidades.

Comienza cada día buscando el rostro del Señor en oración, lee su palabra, medita en ella. Te asombrará como te rinde el tiempo en tu trabajo y podrás disfrutar más de tu familia.

ORACIÓN:
Querido Dios, dame la sabiduría para reconocer cuando estoy haciendo un dios de mi trabajo o de cualquier otra cosa, y dame la fuerza y el valor para darte a ti el primer lugar en mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.

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