sábado, 20 de agosto de 2011

Artículos - Estudios: Una Generación Proactiva

CONFERENCIA PARA JÓVENES en Iglesia Fé Viva:



Una Generación Proactiva
Por Gabriel Gil Arancibia. Profesor, escritor y conferencista (Msc. Teología; Pastor Iglesias en Casas; Mentor empresarial; Director Nacional de Educación Teológica IDD Chile)


Seguramente la mayoría de ustedes ha escuchado una palabra que por estos días se ha utilizado bastante: PROACTIVIDAD.

Se nos dice que debemos ser personas proactivas, líderes proactivos, una generación proactiva, ministros proactivos, pero… ¿Qué significa esta palabra?

Proactividad es una actitud en la que el sujeto u organización asume el pleno control de su conducta de modo activo, lo que implica la toma de iniciativa en el desarrollo de acciones creativas y audaces para generar mejoras, haciendo prevalecer la libertad de elección sobre las circunstancias del contexto. La proactividad no significa sólo tomar la iniciativa, sino asumir la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan; decidir en cada momento lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer” (fuente: wikipedia.com).

Interpretemos esta definición.
-      Escuchar comentarios de los participantes.

Sigamos con la definición: El término proactividad lo acuñó Viktor Frankl, un neurólogo y psiquiatra austriaco que sobrevivió a los campos de concentración nazis, en su libro Man's Search for Meaning (El hombre en busca de sentido, 1946). Años después el término se popularizaría en muchos libros de autoayuda, desarrollo personal y empresarial gracias al best-seller “Los siete hábitos de las personas altamente efectivas del autor Stephen R. Covey.

Frankl nos dice que en los campos de concentración nazi habían dos tipos de reos. Aquellos que “se dejaban morir” –y de hecho morían-, y “quienes hacían todo lo posible por sobrevivir”. Muchos de ellos sobrevivieron, tal es el caso de nuestro siquiatra.

Leamos esta declaración: “La vida es dura, es cruel, te golpea y te tumba, y cuando te ve en el suelo quiere destrozarte aún más, pero uno debe sobreponerse y volver a levantarse”. ¿Alguien se acuerda dónde aparece este diálogo? (Respuesta: Silvester Stallone en Rocky VI, dialogando con su hijo).  

Pregunta: ¿De qué manera esta frase es proactiva?
-      Escuchar respuestas.
-     
Al igual que en el campamento nazi, en la vida diaria encontramos dos tipos de personas, las “reactivas” y las “proactivas”. Definamos cada una.

-      Personas Reactivas: Se ven afectadas por las circunstancias, las condiciones, el ambiente social... pero hacen poco o nada por cambiar. Sólo se sienten bien si su entorno está bien. Centran sus esfuerzos en el círculo de preocupación: en los defectos de otras personas, en los problemas del medio y en circunstancias sobre las que no tienen ningún control. No tienen la libertad de elegir sus propias acciones. Critican y no ofrecen soluciones.

-      Personas Proactivas: Se mueven por valores cuidadosamente meditados y seleccionados: pueden pasar muchas cosas a su alrededor pero son dueñas de cómo quieren reaccionar ante esos estímulos. Centran sus esfuerzos en el círculo de influencia: se dedican a aquellas cosas con respecto a las cuales pueden hacer algo. Su energía es positiva, con lo cual amplían su círculo de influencia. Ellos/as no sólo “proponen” (critican, denuncian), también “hacen”.

Qué No es la Proactividad: La proactividad no tiene nada que ver con el activismo o la hiperactividad. Ser proactivo no significa actuar deprisa, de forma caótica y desorganizada, dejándose llevar por los impulsos del momento. Las personas que tienen el hábito de la proactividad no son agresivas, arrogantes o insensibles, como defienden algunos tópicos, sino que se mueven por valores, saben lo que necesitan y actúan en consecuencia. El concepto opuesto es el de reactividad, o tomar una actitud pasiva y ser sujeto de las circunstancias y por ende, de los problemas. La definición extendida por Stephen R. Covey dice que la conducta individual es función de las decisiones propias y no de las condiciones (yo decido como actuar frente a las circunstancias).

¿Qué Pasaje Bíblico nos habla, motiva o estimula a ser una Generación de jóvenes  proactivos?
-      Escuchar respuestas.

Leamos juntos Lucas 15:11-22


11 Jesús también les dijo: «Un hombre tenía dos hijos. 12 Un día, el hijo más joven le dijo a su padre: “Papá, dame la parte de tu propiedad que me toca como herencia.” Entonces el padre repartió la herencia entre sus dos hijos.
 13 »A los pocos días, el hijo menor vendió lo que su padre le había dado y se fue lejos, a otro país. Allá se dedicó a darse gusto, haciendo lo malo y gastando todo el dinero.  14 »Ya se había quedado sin nada, cuando comenzó a faltar la comida en aquel país, y el joven empezó a pasar hambre. 15 Entonces buscó trabajo, y el hombre que lo empleó lo mandó a cuidar cerdos en su finca. 16 Al joven le daban ganas de comer aunque fuera la comida con que alimentaban a los cerdos, pero nadie se la daba.
 17 »Por fin comprendió lo tonto que había sido, y pensó: “En la finca de mi padre los trabajadores tienen toda la comida que desean, y yo aquí me estoy muriendo de hambre. 18 Volveré a mi casa, y apenas llegue, le diré a mi padre que me he portado muy mal con Dios y con él. 19 Le diré que no merezco ser su hijo, pero que me dé empleo, y que me trate como a cualquiera de sus trabajadores.” 20 Entonces regresó a la casa de su padre.
   »Cuando todavía estaba lejos, su padre corrió hacia él lleno de amor, y lo recibió con abrazos y besos. 21 El joven empezó a decirle: “¡Papá, me he portado muy mal contra Dios y contra ti! ¡Ya no merezco ser tu hijo!”
 22 »Pero antes de que el muchacho terminara de hablar, el padre llamó a los sirvientes y les dijo: “¡Pronto! Traigan la mejor ropa y vístanlo. Pónganle un anillo, y también sandalias.

Este joven fue proactivo porque…

-      Reconoció: Una vez que se dio cuenta de su precaria situación –la cual él mismo había provocado-, decidió remediarla, cambiarla. ¿Cómo?

-      Reflexionó: Pensó en su actual situación y en cómo era antes. La reflexión es poder. Así que…

-      Planeó: Seguidamente ideó un plan de ataque, detallado, minucioso. Luego lo puso en acción.

-      Accionó: Salió de la finca y se dirigió donde su padre donde puso en marcha su plan, pidiendo perdón con humildad.

-      Resultado final: Volvió a ser admitido en la casa paterna. Pasó de ser un muchacho consentido, engreído y materialista, a un joven líder, proactivo, capaz de transformar su realidad para vivir una mejor.

Conclusión:
En la iglesia así como en cualquier otra instancia de la sociedad encontramos a los reactivos y los proactivos, los mediocres y los excelentes, los cobardes y los valientes, los criticones y los que producen cambios. A los primeros se los conoce como los edificadores sobre arena, mientras que los segundos son los que edifican sobre la roca (leer Mateo 7:24-27).

Nuestra generación está llamada a generar cambios, modificar realidades, impactar sistemas. ¿Cómo hacer esto? NO conformándonos al sistema, sino, influyendo en él, siendo PROACTIVOS.

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