martes, 21 de febrero de 2012

LA NEUROCIENCIA SOBRE LA EDUCACIÓN TRADICIONAL

10 Leyes de aprendizaje basadas en el cerebro que triunfan sobre la Educación tradicional
Publicado: 31 Ene 2012 07:11 AM PST
Si juegas naipes entonces conoces la importancia de una carta denominada “Trump”. No, no se trata del hombre de nombre Donald con la mala mata de cabello rojizo. Trump (triunfo en español) es una carta que tiene una jerarquía mucho mayor que las cartas jugadas. 
Un ‘palo de triunfo’  supera en categoría a todas las cartas de palos simples.
En el sentido literal, un trump (triunfo) se refiere a cualquier clase de acción, autoridad o política que automáticamente prevalece sobre otras.
Los triunfos (trumps) de aprendizaje naturales del cerebro
Los campos de psicología cognitiva y neurociencia estudian cómo es que el cerebro asimila, almacena, recupera y aplica la información. Los científicos cognitivos y educadores están aprendiendo nuevas maneras para aplicar esta información. Es dicha aplicación la que ha conducido a estos triunfos del aprendizaje.
Una carta triunfo de aprendizaje es una que reina sobre prácticas educativas más tradicionales y establecidas. Cuando una estrategia triunfa sobre otra, significa que consiste en una forma de aprendizaje mejor y más influyente.
El reconocimiento es para la autora e instructora Sharon Bowman, ya que ella es quien originalmente publicó seis triunfos (trumps) de aprendizaje. He modificado algunos de los triunfos de Bowman y he añadido otros nuevos.
10 Leyes de aprendizaje basadas en el cerebro que triunfan sobre la tradición
¿Cómo esperan los expositores que su audiencia recuerde lo que dicen si no saben cómo aprenden las personas? Estas leyes de aprendizaje constituyen estrategias poderosas que se alinean con la forma en que nuestros cerebros operan y aprenden naturalmente.
1. La neurociencia (ciencia del cerebro) triunfa sobe la educación tradicional.
Conocer la forma e que el cerebro opera naturalmente es similar a conocer las leyes de manejo. ¿Podrías conducir sin conocer las reglas de la carretera? ¡Claro que podrías! Sin embargo, probablemente generarías muchos problemas de tráfico. Y eventualmente provocarías un accidente.
Lo mismo aplica al hecho de exponer ante los demás sin saber cómo es que el cerebro humano aprende. De hacerlo, incrementas la probabilidad de que no funcione bien. Desafortunadamente, el estudiante es el que lidia con el desastre.
2. Las emociones triunfan sobre los hechos.
Por años hemos asumido que volcar datos, información y estadísticas sobre las audiencias es para su bien. Creemos que debemos separar los sentimientos de los hechos y dejar las emociones en casa.
¡Error! La neurociencia ha demostrado que todo lo que el cerebro aprende es filtrado a través de las emociones. No hay excepciones. La manera en que usamos las emociones para contribuir al aprendizaje determina el éxito del aprendizaje.
3. Hablar triunfa sobre escuchar.
Esta es la ley: la persona que más habla durante una sesión educativa es aquella que más aprende. Así que entonces esa persona es el expositor.
Necesitamos crear más oportunidades de aprendizaje donde el expositor habla por alrededor de 10 minutos y luego los miembros de a audiencia hablan entre sí. Hablamos en pares o grupos pequeños para que podamos comprender. Hablamos para que podamos recordar. Hablamos para que podamos procesar.
No, no se trata de tiempo de preguntas y respuestas con el expositor. Así sólo una persona habla y aprende. Hablar entre compañeros o en grupos pequeños supera a que una sola persona formule una pregunta ¡siempre!
4. El espacio en blanco triunfa sobre los depósitos de información.
Muchos expositores tratan de meter tanta información y datos en su presentación como lo permita el tiempo. Hemos asumido que contenido abarcado significa contenido aprendido. También hemos asumido que si abarcamos más contenido, el oyente aprende más.
¡Error! La cantidad de aprendizaje se alinea directamente con la cantidad de pensamiento y reflexión. Necesitamos crear más espacio en blanco (tiempo para que el estudiante piense) y menos inserción de contenido. Entre más se le permite reflexionar al estudiante, más aprende.
5. Las imágenes triunfan sobre las palabras.
Recordamos las imágenes. Olvidamos las palabras. ¿Por qué? De 50% a 80% del poder natural de procesamiento de nuestro cerebro se dedica al procesamiento de la vista. Es mucho más que todos nuestros otros sentidos. De hecho, vemos con nuestro cerebro, no con nuestros ojos. Asimismo, cuando escuchamos una palabra, nuestro cerebro la traduce en una imagen.
6. Escribir triunfa sobre leer (y escuchar).
La mayoría de las audiencias han sido condicionadas para sentarse y escuchar y no hacer nada más.
Escribimos para recordar. Recordamos porque escribimos. (Ahora coloque la palabra teclear o mensajear en lugar de la palabra escribir en tales oraciones.)
Cuando escribimos o tecleamos, estamos procesando información. Estamos pensando en ella y el pensamiento incrementa la probabilidad de retención.
7. El movimiento triunfa sobre estar sentado.
Entre más tiempo pase sentada una audiencia, menos aprende.
Desde el comienzo de los tiempos, nuestros cuerpos y cerebros fueron hechos para moverse. Está en nuestros genes. Pensamos mejor cuando nos movemos. Para la educación, esto significa levantarse y moverse a través de la habitación a una mesa nueva. Encontrar a alguien que no conoces, presentarte y compartir algún nuevo aprendizaje.
8. Más corto triunfa sobre más largo.
La neurociencia ha demostrado que nuestra capacidad de atención es de 10 minutos. Después de eso, nuestra atención empieza a menguar. Fragmentar el contenido en segmentos de diez minutos y luego conceder 10 minutos a los estudiantes para digerir es la mejor manera de aprender. ¿Acaso esto significa que la sesión de tres horas pasó a la historia? En lo absoluto. Simplemente está diseñada de manera diferente con muchos cortes para dar tiempo para la discusión, reflexión y aplicación.
9. Diferente triunfa sobre igual.
Nos damos cuenta de cosas que han cambiado. Ignoramos las cosas que permanecen igual. La diferencia, la novedad, la singularidad, el contraste y lo inesperado vigorizan a nuestro cerebro. Lo aburrido constituye la némesis del aprendizaje.
Ejemplo: asignar de forma obligatoria una plantilla de PowerPoint de conferencia para todos los expositores crea una imagen de monotonía en las mentes de nuestra audiencia de una sesión a otra y ¡apaga el aprendizaje!
10. La comprensión triunfa sobre el conocimiento.
Saber que 2+2=4 es una cosa. Saber cómo aplicar este dato es más importante.
Nuestros cerebros aprenden información aplicando conocimiento nuevo a experiencia pasada. Adquirir una comprensión acerca de cómo aplicar un dato o una investigación es más importante para nuestro cerebro que el dato mismo. ¡Nuestros cerebros anhelan sentido/significado!
¿Cuáles de estos triunfos (trumps) de aprendizaje te sorprenden y por qué? ¿Cuáles podrían ser aplicados fácilmente en tu siguiente programa educativo?

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